Soy un indeseado. Parece que a nadie le importa lo que me pasa. Podría romperme cada hueso del cuerpo y a nadie le importaría.
Espero que ninguno sepa como se siente uno al pasar delante de su casa de noche, ver las luces encendidas y preguntarte que estará haciendo.
Espero que ninguno sepa que se siente cuando ves tu vida pasar ante tus ojos.
Pero apuesto a que ninguno sabe que se siente cuando te das cuenta de que has perdido todo: lo bueno y lo malo. Y todos te dicen que deberías alegrarte.
Su amor por mí ha desaparecido. Debería avanzar y encontrar a alguien nuevo, pero sigo amándola.
Ya no soy humano. Sólo soy una sombra de mi antiguo ser, condenada a la soledad incluso en medio de la multitud.
No lloréis por mí.
Ya estoy muerto.
Pero luego pienso. Pienso en que siempre hay una luz, incluso en el abismo más profundo. Y pienso en ella. Pienso en la Luna que alumbra mis noches más oscuras, aun cuando todas las estrellas se han apagado.
Y pienso que puedo volver a vivir.

No hay comentarios:
Publicar un comentario