No podía moverme.
Los brazos me pesaban
como si estuvieran hechos de acero. Las piernas parecían de piedra.
Estaba nevando… Los copos de nieve destacaban contra la
negrura del cielo.
El suelo frío me entumecía la espalda por
momentos.
Algo caliente empezaba a cubrirme el pecho… Algo… rojo…
La vi inclinarse sobre mí. Una sombra recortada contra el
cielo.
Y en su rostro… una sonrisa.
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