Honestamente, a menudo me gustaría ser un feligrés de esa religión.
No nací precisamente con buena estrella, y últimamente me tienden a pasar más cosas malas que buenas. Pero espero que eso signifique que las cosas mejorarán para mí dentro de poco.
Al fin y al cabo, la vida es un montón de cosas buenas y otro de cosas malas. Las buenas no siempre compensan las malas, pero las malas tampoco estropean siempre las buenas. Y me gusta pensar que soy de los que añaden cosas buenas a los montones de otra gente, aún a costa de las mías.
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