Las palabras de la chica me hicieron reir. Yo, ¿Alucard? ¡Pero si él llevaba muerto desde hace más de 200 años!
-¿Acaso has nacido ayer? ¿No has leído el libro?
La cara con la que me miró no tiene precio. Con un grito de furia se lanzó sobre mi al tiempo que invocaba una espada. Retrocedí de un salto, esquivando su golpe por poco.
-No deberías atacar a tus mayores -la provoqué un poco, para ver si podía sacar algo de diversión de este combate. Hacía tanto tiempo que no tenía un rival decente que me estaba oxidando un poco -. Vamos niña. A ver que puedes hacer.
-¡Me llamo Lilith! -gritó al tiempo que lanzaba una estocada que por poco me atraviesa el estomago. Invoqué una guadaña y la golpeé con el mango tan fuerte que destrozó la puerta de la iglesia al atravesarla.
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Memories of the Unloved
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Cuantas veces han entrado en mi cabeza
Sacado de la cabeza de

- Poeta de Tinta Ciega
- Gijón, Asturias, Spain
- A Broken Word is something you think in your heart but your mind refuses to allow to be spoken out loudly. Para cualquier duda/comentario/sugerencia/propuesta, podéis enviar un e-mail a fabriciopfgi21@hotmail.es o buscarme en tuenti y facebook como Fabri Perez Fernandez y también podéis seguirme en Twitter (https://twitter.com/blindinkpoet) y Tumblr (http://fabridracul89.tumblr.com/)
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martes, 20 de septiembre de 2011
jueves, 1 de septiembre de 2011
Oscuridad, Parte 1
La noche era mi reino. Cuando el sol se ocultaba y las estrellas mostraban su luz, yo me transformaba... Me liberaba. Saltaba de azotea en azotea con la misma facilidad con la que una persona pone un pie delante del otro. La ciudad era mía. Ningún Sobrenatural se acercaba por miedo a que lo destrozara.
Por eso me sorprendió tanto encontrarla en mi territorio. Me había acostumbrado a que los de mi especie no quisieran ni acercarse a mi ciudad. Con el tiempo me había ganado fama de peligroso e impredecible entre los míos, pero todo eso podría resumirse en que era muy territorial. A mis espaldas me llamaban Renegado, pero poco me importaba.
La chica me esperaba en la catedral. Por la cara que me puso, supuse que llevaba un buen rato esperando. Tal vez incluso se refugiara en la catedral durante el día. Nos quedamos cara a cara, hasta que con voz cansada me dijo:
-Llegas tarde, Alucard.
Por eso me sorprendió tanto encontrarla en mi territorio. Me había acostumbrado a que los de mi especie no quisieran ni acercarse a mi ciudad. Con el tiempo me había ganado fama de peligroso e impredecible entre los míos, pero todo eso podría resumirse en que era muy territorial. A mis espaldas me llamaban Renegado, pero poco me importaba.
La chica me esperaba en la catedral. Por la cara que me puso, supuse que llevaba un buen rato esperando. Tal vez incluso se refugiara en la catedral durante el día. Nos quedamos cara a cara, hasta que con voz cansada me dijo:
-Llegas tarde, Alucard.
Only at night time
I see you in darkness...
What goes in your mind,
always silent and kind
unlike the others...
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