La Iniciativa Contrabandista, Parte 3

HOY, damas y caballeros, he probado la libertad. Ayer hice los últimos exámenes del curso antes de la PAU, y me siento de P. Madre. No había dormido tan bien en la vida.
En fin, aquí os dejo la 3ª parte de esta historia, que no es tan corta como pensaba xD

Entrada nº100: Anuncio

Nuevo año, se acabaron las vacaciones y volvemos a la rutina. Sinceramente, no tenía ni idea de que iba a llegar a las 100 entradas (Ni siquiera esperaba tener más de 50 xDD)y con esto llega un par de noticias sobre lo que haré a partir de ahora con el blog. La primera: Aparte de seguir como hasta ahora (Con las traducciones de canciones, algún diorama ocasional, los "Hablemos de..."[Hace mucho que no hago uno, lo sé. El día que menos os lo esperéis os saco uno de la manga] los desahogos y los relatos[Sí, sé que no he subido ninguno. Lo siento]) voy a empezar a traducir cosas serias. Libros que no se pueden encontrar en español, encontraran en mi ordenador un sitio donde pueden expresarse. Podeis hacerme peticiones (tanto de canciones como de libros). Teneis mi información de contacto en mi perfil. El primero que voy a traducir es "Dragon Age: The Calling", de David Gaider. En cuanto la termine, La subiré a Scribds y os pondré un enlace aquí.

La segunda: Anoche tuve una idea sobre los relatos. Se me ocurrió que podía ilarlos con la historia de un bardo que viaja contando historias y se mete en problemas por una que cuenta en el sitio equivocado, ante gente equivocada y con la mejor de las intenciones. Voy a empezar a desarrollar los personajes y los relatos de forma que encajen con el tema.

La cita de hoy - "Se pasa el día haciendo venenos, y tarta. (Pausa) Decidme que no habeis probado la tarta. Hawke, Dragon Age II

Gaia I

Cuando abrió los ojos, no reconocía el sitio. La luz, como de atardecer, atravesaba el cristal de la ventana. Se miró al espejo. No se reconoció. La persona que tenía delante no era ella. La piel blanca, las ojeras, el pelo negro... ¿Quien ea esa chica que le devolvía la mirada con esos ojos? Parecía que podías perderte en ellos.
-Esa no soy yo -Dijo con un susurro. Hasta la voz era diferente. Reecordaba haber sido poderosa en otra vida ¿Que había pasado? No recordaba nada ¿Quien era? ¿Donde estaba? La cabeza empezó a dolerle. La chica intentó salir de la habitacion, pero la puerta estaba cerrada con llave. En ese momento, reparó en una cosa. Aunque no había luz, podía "ver" perfectamente donde estaban las cosas. Se derrumbó. Arrodillada en el suelo, llorando a lagrima viva, sólo pudo preguntar:
-¿Quien soy?

Y dejó que la oscuridad se la llevara.

En otra habitación, dos hombres vestidos con batas de dientifico observaban las imágenes que les llegaban desde la habitación de la chica.
-Entonces, ¿no recuerda quien es? -preguntó el más mayor. Las arrugas de su rostro la hacían aparentas más de 60.
-Eso parece, Maestro -el joven aprendiz hablaba con una mezcla de miedo y respeto-. No sabemos que ha causado esto ¿Que haremos ahora?
El anciano se quedó pensativo.
-Lo que hemos hecho durante generaciones, hijo. Protegerla.

Metamorfosis

Mientras el rio de mis recuerdos me arrastraba, sentí como me iba perdiendo. Lo que formaba mi identidad desaparecía. Veía mis recuerdos pasar ante mis ojos. pensé. Pero de pronto, los recuerdos que veía no eran los míos. Veía un cielo cubierto de estrellas todo a mi alrededor. <¿Esto es la muerte? Es demasiado bonito> Decidí que quedarme quieto no iva a resolver mis dudas. Bastó pensarlo para moverme. A lo lejos oía un piano. Deseé estar junto a ese piano, y cuando abrí los ojos estaba en un salón. La luz roja daba a las paredes la apariencia de estar pintadas con sangre. El mobiliaro era el más exquisito que podía haber imaginado. Oí a alguien reirse.
- Sal de ahí, quienquiera que seas-dije a las sombras. Al momento, un diablillo rojo vestido con un traje de mil rallas salió de detras del sillon.
- Relájate chaval-dijo con una sonrisa que mostraba sus dientes afilados-. Sólo soy un simple diablillo. ¿O debería decir, tú diablillo?
-¿A qué te refieres?-el diablillo se sento delante del piano e hizo amago de tocar.
-Si que has tardado en encontrarme ¿Por qué no tocas?-dijo mientras me empujaba hacia el piano- Igual te ayuda a recordar.
Y al tocar la primera nota, todos los recuerdos vinieron de golpe

A falta de capítulo... fanfic

Acabado de despertarse de su sueño, su visión se encuentra en un mundo nublado. Aunque en sus sueños también se sentía nublado, en este castillo en el mundo "inexistente", Roxas sentía que no había demasiada diferencia.

Ha estado teniendo sueños desde hace varios días. Aún y así, no recordaba muy bien de qué trataban. Sentía que eran divertidos y dolorosos a la vez. Sólo recordó que cada noche tenía un sueño. Por el otro lado, esos recuerdos eran tan débiles que se olvidaban en unos cuantos días.

Los sueños disminuían su sueño por lo que se sentía distraído. Cuando estaba a punto de salir de la cama, se dió cuenta de que una cara le estaba mirando fijamente. Se sentó y su cabeza se dio un golpe con la del observador.

"¡Ouch!"

El hombre pelirrojo agarró su cara y sollozó en agonía. Roxas suspiró y dijo:

"Esto es lo que pasa cuando pones tu cabeza tan cerca de mí de repente, Axel"

"¿No me pides perdón?

El hombre del pelo rojo, Axel, se quejó al levantarse. Miró hacia abajo a Roxas, el cual estaba aún sentado en la cama.

"¿Por qué tendría que ser tan compasivo? Es tu culpa por poner tu cabeza en medio cuando me estoy levantando."

"¿Es esta la manera de hablar a un amigo que acaba de volver de una larga misión?"

"No recuerdo ser tu amigo."

Roxas se levantó de la cama y, ignorando a Axel, le dio la espalda y se puso la el abrigo negro de la organización.

Axel acaba de decir que eran "amigos". A pesar de esto, es un acto que sólo puede tener lugar en el reino de los humanos. Es una conexión que no puede existir en los Incorpóreos ya que ellos no tienen corazón. Roxas no estaba seguro de como llamar a esta estrecha relación que tenía con Axel...No... Esta relación era bastante más fuerte que las que tenía con los otros miembros.

"Bueno, ¿qué quieres?", contestó Axel, sentándose en la cama de Roxas.

"Xemnas nos llama"

"¿Qué hay de Marluxia y los otros?"

Axel colgó levemente su cabeza mientras Roxas preguntaba.

"¿No volvieron contigo?"

Axel miró lentamente a Roxas, el cual seguía preguntando y le miró fijamente. Roxas empezó a sentirse incómodo y evitó la mirada.

Han pasado varias veces desde que Axel fue llamado a un lugar llamado Castillo del Olvido para una misión. Un puñado de otros miembros de la Organización XIII, liderado por Marluxia, ha ido allí también. En esa red de habitaciones blancas la Organización ha continuado la investigación. Roxas no tenía ni idea de que estaban investigando, ni siquiera lo suponía. ¿Significa la vuelta de Axel algo ocurrido en el Castillo del Olvido?

"De cualquier forma, ¿tenemos que ver a Xemnas?

"Correcto", contestó Axel, a la vez que se levantó y bostezó.

Axel le puso su mano en el hombro.

"Cuando esto esté hecho, ¿por qué no vamos a tomar un helado en Villa Crepúsculo?

"No es una mala idea."

Roxas observó a Axel por detrás y sonrió. Comer un helado en ese pueblo no está nada mal después de todo.


Sentado en su silla de mármol, Roxas escuchó a Xemnas. Decía que 5 miembros, incluyendo a Marluxia, habían sido derrotados por el portador de la llave espada.

"Así que el portador de la llave espada ha parado..."

Xaldin cruzó sus brazos.

"La pérdida de Naminé es un problema. ¿Cómo piensas responsabilizarte de eso, Axel? preguntó Saix.

"¡Huí hasta aquí al borde de la derrota! ¿Cómo se supone que voy a ser responsable?" replicó Axel.

"Bueno, no importa. ¿Quizás debamos pedir la opinión de nuestros propio portador de la llave?" dijo Xigbar mirando a Roxas.

"Bueno, yo..."

No tenía una opinión. Llave espada... la llave de los mundos.
Todo lo que Roxas sabía era que tenía el mismo poder que él, ni más, ni menos. Estaba con la Organización porque no tenía otro lugar adónde ir y ni siquiera estaba seguro de que quería recuperar su corazón perdido.

"Sora."

Roxas observó la no provocada reacción de Xigbar.

"¿Sora?

Sintió que ya había escuchado ese nombre antes.

"¿Qué diablos es eso?" preguntó Demyx.

"Haha ya veo, no sabes nada." dijo Xigbar riéndose entre dientes.

Saix suspiró, Axel frunció el ceño y Demyx inclinó su cabeza. Luxord, Xaldin y Xemnas permanecieron impasibles.

Cada una de sus reacciones mostraban preocupación.

"El hecho de que el Portador de la Llave espada ha entrado en un sueño profundo no importa," dijo Xemnas, evitando la tensión que se había acumulado con las palabras de Xigbar. "Axel, llevarás a Roxas a Bastión Hueco. Parece que ocurre algo alrededor de la cerradura."

"¡Pero si acabo de volver!" contestó Axel indignadamente a la orden de Xemnas

"Es tu castigo por dejar a Naminé escapar."

Tan rápido como terminó de hablar, Xemnas desapareció.

En la oscuridad "inexistente", Axel y Roxas se dirigieron hacia Bastión Hueco. Esta habilidad de pasar por pasillos de Oscuridad conectados a varios sitios en varios mundos era otra de las características de la Organización XIII.

"Tío... ¡dame un respiro!".

Roxas serenamente siguió a Axel que llevaba la capucha puesta.

Sora... Llave espada... Qué lioso...

"¡Cuando esto termine nos tomaremos unos helados! ¿lo captas?"

Axel se giró y se quedó frente a Roxas.

"...Sora."

Cuando Roxas pronunció ese nombre, Axel se enfurruñó.

"No te preocupes sobre lo que diga Xigbar."

"No es que quiera preocuparme pero... no hace más que reñirme..." respondió Roxas, el cual paró."

"Axel... conoces a Sora, ¿verdad?"

Axel pareció preocupado por un momento y se quedó mirando la cara de Roxas.

"No lo sé. Incluso si lo supiera, no te lo diría."

"¿Por qué?"

"...Porque no lo necesitas saber."

Axel le dio la espalda a Roxas. No había necesidad para Roxas de saber su conexión con Sora... No, él no quería que lo supiera.

Roxas, el incorpóreo especial.. y el Portador de la Llave espada...

Axel se preguntó cuánto tiempo tendría que seguir mintiendo a Xemnas.

Se preguntó cuánto tiempo tendría que seguir mintiendo a Roxas.

"¡Axel!"

"¿Qué?"

"...No sé."

Roxas parecía desconcertado de nuevo.

No tenía nada... No entendía nada. Se sentía inquieto al ver que algo parecía estar ocurriendo a una parte de él que no conocía.

"¿Por qué existe la Organización?"

"Para reunir corazones."

Axel contestó la pregunta de Roxas tan rápido que posiblemente ya la había pensado antes de que se la hiciera. Roxas se quedó perplejo.

"Hey, no sirve de nada pensar en ese tipo de cosas... Vámonos. Nos comeremos unos helados cuando acabemos."

Axel puso una mano en el hombro de Roxas y miró hacia adelante.

Esa oscuridad en frente suya les condujo hacia Bastión Hueco.


Roxas y Axel caminaron hacia el castillo que estaba cayendo en ruinas.

"Me pregunto qué está rondando por aquí."

En ese momento, se produjo un cambio repentino en la atmósfera.

"...Sincorazón."

Dos Llaves espadas aparecieron en las manos de Roxas. Interpretándolo como una señal, los sincorazón les rodearon.

"Qué pelmazos..."

Quedando espalda con espalda con Roxas, aparecieron los Chackrams de Axel en sus manos.

"¿No me digas que nuestra misión consiste en eliminar todo esto?

"¡No me preguntes!"

Al responder a Axel, Roxas hizo una pequeña maniobra con una llave espada. Axel quedó impresionado.

"¡Bien, Roxas!"

"No gastes tu aliento. ¡Échame una mano!

"Sí, sí."

Axel empezó a atacar violentamente y con fuerza. En un abrir y cerrar de ojos, los dos derrotaron a todos sus enemigos, quedando así el castillo en silencio de nuevo, ausente de cualquier presencia.

"Supongo que esto ha debido de ser nuestra misión..."

Axel inclinó su cabeza y vio un agitar de alas sobre él.

"¿Qué es eso?"

Roxas miró hacia arriba y observó a un pájaro encerrado en una jaula colgado del techo. Parecía ser la fuente de aquel agitado sonido."

"¿Deberíamos dejarlo escapar"?

Axel respondió la pregunta de Roxas lanzando su Chackram hacia arriba, tirando así la jaula. El cuervo salió volando de su prisión rota.

"Bueno, ¿nos vamos?"

"Sí," respondió Roxas a la vez que le echaba un último vistazo al cuervo que volaba en la distancia antes de fijarse en la ya rota jaula.


Mientras el sol desaparecía en el horizonte de Villa Crepúsculo, se podía oír el sonido de los niños jugando. Con un helado en la mano, los dos se dirigieron hacia la estación.

"Vamos allí, ¿Verdad?"

"Yep."

Roxas mordisqueó su helado.

"Hey, no empieces a comértelo aún," se quejó Axel.

Una pelota rodó hasta los pies de Roxas.

"¡Perdón!" dijo un niño.

"¡Maldito Hayner!" gritó una niña detrás de él, junto a otro chico rellenito que estaba arrastrándola.

Roxas la recogió y les lanzó la pelota. Los tres se lo agradecieron, cogieron la pelota y se fueron.

"...Parecían de tu edad."

"¿Qué?"

Axel miró hacia otro lado.

"Nada."

Roxas se quedó confuso por un momento, antes de seguir andando de nuevo. Se fijó en una multitud de pájaros volaban en el cielo delante suya.

El castillo en el que la Organización se había alojado era como una jaula de pájaros. Él pasó los días perdido y confuso sobre todo y ha estado ejerciendo un papel del que no sabía nada....

Sí... nunca dije nada.

¿Debo estar aquí de verdad?

"No te quedes ahí parado. Siéntate."

"¿Qué? Oh, claro."

Ambos habían llegado a la torre del reloj, encima de la estación. Desde ahí era posible echar un vistazo al pueblo entero. Era un sitio importante para Roxas y Axel; fue el lugar en el que tomaron helado el día en el que se conocieron.

"Tu helado se va a derretir."

Roxas se dio prisa en poner el helado en su boca.

"No consigo entender esa misión..."

"Sí.." contestó Roxas débilmente.

"¿Me pregunto qué era ese cuervo?"

"Sí..."

Al oír sus cortas y sombrías respuestas, Axel suspiró.

"No me digas que sigues preocupado por lo que dijo Xigbar."

"En realidad no..."

Mientras Roxas se frotaba la nariz, un grupo de pájaros volaban a lo lejos.

"Supongo que debe ser divertido, poder volar como ellos."

"...Eso parece." dijo Axel tomando un poco más de su helado.

"Me pregunto cuánto más podemos seguir así..."

Tras hablar, Axel le miró fijamente. Roxas probablemente sentía que todo lo que tenía que hacer, día tras días, era misiones para derrotar a Sincorazón. Para ser justos, todas las misiones que le daban eran de exterminar a los Sincorazón. Sin embargo, Axel sabía que no podía ser de otra forma. Roxas era especial, bajo los ojos de la Organización, así como de los suyos. De la misma manera que la Organización no quería contarle nada a Roxas, él no quería contarle nada tampoco.

¿Acaso es esto lo mismo que traicionar a Roxas?

"Puede que no estemos siempre juntos."

"¿Qué?"

Esta vez, las repentinas palabras de Axel sorprendieron a Roxas, el cual le miró.

"Hey, no me mires así."

Axel evitó la mirada de Roxas y tomó un mordisco de su helado. Roxas no conocía el dilema de Axel. Axel no conocía el dilema de Roxas.

"...Puede que no estemos siempre juntos... huh..." dijo Roxas.

"Tenemos que hacer un montón de recuerdos," dijo Axel entre risas.

"¿En qué estás pensando?" preguntó Roxas riéndose.

¿Pueden seres sin corazón tener recuerdos?

"Nah, es sólo..."

Es sólo... Es sólo eso, incluso aunque Axel no tuviera un corazón, sintió algo en su pecho cuando pensó que Roxas podría tener que marcharse.

"Recuerdos... huh..." murmuró Roxas a sí mismo mientras observaba la puesta de sol.

A su lado, Axel mordió otro trozo de helado y se quedó contemplando con él la puesta de sol.